[ Frank Sinatra: my man and my music ]

© Ernest Ruiz. 2003

El artículo que leéis a continuación es una versión revisada y ampliada de uno que escribí hará un año y que publiqué en el grupo Simple Hi-Fi. Siempre me he resistido, tanto como he podido, a escribir un artículo como el que ahora estáis leyendo, acerca de algunos de mis gustos musicales, principalmente porque los considero algo muy personal. Me resisto a hablar de ellos ya que pienso que, aparte de ser algo así como mi patrimonio particular, quizás no interesen a otras personas. Pero resulta que ultimamente recibo una gran cantidad de mensajes y consultas sobre Sinatra y sobre todo acerca de su discografía, en concreto sobre que discos adquirir. Por lo visto existe un interés creciente por la obra de dicho cantante, que por otro lado nunca ha dejado de existir, sobre todo por descubrir aquellas obras que por distintas razones en nuestro país han tenido menos difusión. Aquí en España la discografía que más se conoce de Sinatra es la de su etapa a partir de los años 70 con los clásicos tipo New York, New York, My way, Strangers in the Night, etc, mientras que sus mejores obras comprendidas entre 1953 y 1963, aproximadamente, son generalmente menos conocidas. Es precisamente en esta época donde se encuentran las verdaderas joyas de la carrera de este cantante y con este artículo pretendo acercaos a ellas. Como ya os he dicho, este artículo es muy personal, con opiniones puramente particulares (aunque compartidas por muchos aficionados a Sinatra) y por ello os pido que os tomeis este ejercico mío con amplitud de miras.

Mi afición por Frank Sinatra empezó hace años cuando en 1989 adquirí mi primer lector de CDs. Probablemente para contentar a mi madre que no quería que me gastase dinero en ese aparato, y a sabiendas que a ella le gustaba la musica de Frank Sinatra, compré al mismo tiempo que el lector de CD un recopilatorio del cantante llamado "New York, New York". Aquel fué el inicio de lo que ahora ya es una verdadera admiración por el trabajo de dicho personaje.

Quizás la imagen que tenéis algunos sobre este cantante es la de un personaje algo frívolo y vividor. No voy a entrar en consideraciones de carácter personal sobre la vida de Sinatra (aunque creo que esas vivencias dan carácter a su música), sino que sólo voy a centrarme en su trabajo en el mundo de la música. Ese si puedo afirmar que es un trabajo muy serio.

Empecemos repasando algo su biografía, sin extendernos demasiado pues sobre ella hay muchísima información. Sinatra empezó cantando con los Hoboken Four, un grupo que formó en la ciudad del mismo nombre, en el estado de New Jersey, donde el cantante nació en 1915. En 1935 ganó con este grupo el concurso radiofónico del Mayor Bowes y después de pasar como cantante-camarero por el Rustic Cabin en Englewood, fichó en 1939 por la orquesta de Harry James, que acababa de abandonar a Benny Goodman. En 1940 aceptó la oferta de Tommy Dorsey y fichó por su orquesta, donde permaneció hasta 1942, año en que fichó por Columbia. De su paso por la orquesta de Tommy Dorsey se llevó consigo una entonación y un fraseo a la hora de cantar muy similares a la del trobón de baras del band-leader Dorsey. En Columbia pasó alrededor de 10 años y fué donde su fama como solista empezó a fraguarse. Durante estos años su popularidad sólo hizo que incrementarse, convirtíendose en un ídolo de masas, un ídolo para las "baby sockers", los jovencitas de los años 40 y 50. En esa epoca empezó a hacer sombra al hasta entonces crooner número uno, Bing Crosby, con un nuevo enfoque mucho más swing de sus interpretaciones y ese típico fraseo ya descrito y su énfasis en las consonantes en lugar de las vocales a la hora de interpretar. Durante su estancia en Columbia Records las relaciones de Sinatra con el director musical de la compañía, Mitch Milles, fueron de mal en peor. Sinatra estaba harto de que sólo le ofrecieran canciones dulzonas para el mismo público de siempre. Él deseaba encontrar otro estilo que se adecuara más a los nuevos tiempos y por eso en 1953 firmó un contrato con Capitol Records. Eso es lo mejor que pudo hacer, tanto para él como para los aficionados que disfrutamos de las joyas que grabó durante esos años.

El cambio a Capitol Records fué algo espectaclar. Sinatra, perfeccionista hasta la médula, se rodeó de los mejores arreglistas y músicos y creó algunos de los que, aún hoy en dia, son considerados sus mejores trabajos. La aparición en aquellos dias del LP de 12" todavía favoreció más al cantante, que con estos discos de mayor duración pudo crear obras completas conceptuales que todavia se mantienen como referencias. Como podeís ver se dan diversas circunstancias fundamentales y complementarias que convierten ese momento en un punto de inflexión capital en su carrera. De entre todos los factores expuestos creo que el que marcó en gran medida el estilo de Sinatra fueron los arreglistas con los que contó. Nelson Riddle, Billy May y Gordon Jenkins fueron los principales. De entre ellos destacaría a Nelson Riddle. Su swing es de lo mejor y con él Sinatra nos ofrece algunas de sus grabaciones más memorables. Veamos con detalle sus obras más destacadas durante su estancia en Capitol Records.

Durante esta epoca Sinatra grabó discos increibles. Vistos con perspectiva se pueden considerar sin lugar a dudas como los mejores trabajos de su larga carrera. Como reconocemos casi todos los aficionados a Sinatra, su mejor obra en estos años (probablemente de toda su carrera) es sin duda Songs for Swingin' Lovers! de 1955. Todas y cada una de las canciones del disco son excepcionales. Pero cualquiera de los otros discos que se encuentran en este sello son una garantía. Personalmente os aconsejaría que eligiérais los arreglados por Riddle, pero tampoco rechacéis ninguno de los demás. La época Capitol es siempre un gozo para el aficionado. A continuación os ofrezco una pequeña lista de mis favoritos:

Como véis tenéis donde elegir. Pero esto no es todo lo que podéis encontrar sobre Sinatra. Despueé de dejar Capitol Records Sinatra fué a grabar a Reprise Records. En este sello también podéis encontrar algunas grabaciones excelentes aunque en menor numero que en Capitol. Aquí también contó con arreglistas muy buenos como, por ejemplo, Claus Ogerman (arreglista del disco de Sinatra y Jobim y del ultimo disco de Diana Krall), pero, en mi opinión, también tropezó al intentar modernizar su estilo en exceso con los arreglos de Don Costa (no me gustan nada de nada). Algunos de los discos que más me atraen de esta epoca son:

Con Reprise Records, Sinatra estuvo hasta 1981 grabando diversos discos de menor calidad, comparados con los que hasta ahora hemos visto. Su ultimísima grabación "real" es L.A. is my Lady en 1984 con Qwest Records, donde contó de nuevo con los arreglos de Quincy Jones (ya habían trabajado juntos en Sinatra at the Sands) y como siempre con la colaboración de un nutrido grupo de excelentes músicos. Durante esta época y con posterioridad han continuado apareciendo discos del cantante y continuarán haciéndolo (de eso se encargan la viuda y los hijos de Frankie, que saben mucho del negocio discográfico). Muchos de ellos son simplemente recopilatorios (es interesante destacar un triple llamado Sinatra. The Capitol Years) y también algunos en ediciones especiales del sello Artanis (Sinatra al revés) como The Rat Pack live in the Sands junto con Sammy Davis Jr. y Dean Martin (divertido, más que de gran calidad) y sobretodo Sinatra 57 una grabación en directo de 1957 con el cantante en plena forma cantando sus clásicos de siempre. Además de los discos existen en el mercado muchos otros productos musicales del cantante como pueden ser sus videos y DVDs, especialmente los de la serie A man and his music y en concreto los primeros de ellos.

Llegados a este punto desearía hacer un comentario acerca de las grabaciones recogidas en sus dos discos Duets. En mi oipinión estas grabaciones tienen una calidad muy baja. En el momento de realizarlas, Sinatra ya no estaba en la forma física de los años 50, cuando se hallaba en su plenitud y su voz era excepcional. Si oímos alguno de sus discos con Capitol y después escuchamos alguna de las piezas que se encuentran en estos dos discos, nos daremos cuenta de la grandes diferencias que existen entre ellos, en favor, claramente, de los clásicos de los años 50 y años 60. Desafortunadamente algunos de sus duetos son realmente desastrosos (ese abominable con Bono!). Es por ello que os recomendaría que esquiváseis ambos discos.

Si alguno de vosotros tiene dificultades para adquirir discos de Sinatra en las tiendas de vuestra ciudad, no dudéis en recurrir a Amazon donde encontraréis todos sus trabajos, incluso las reeediciones de 20 bits que se editaron de algunos de los clásicos de Capitol. Si lo que buscáis son vinilos, tanto ediciones originales, nuevos o usados, como las reediciones del centenario de EMI, podéis recurrir a Audiophile USA.

Como podéis comprobar me encanta Frank Sinatra. Él, como muy pocos cantantes en el panorama musical de los últimos decenios, ha sabido recoger y transmitir la esencia de la música popular americana. Como afirmaba Ella Fitzgerald, entre otros, cuando Sinatra tocaba una canción con su voz ya nadie podía volver a cantarla porque nunca volvería a ser igual. Si se escucha con atención su obra se advierte que esa afirmación no es nada exagerada. Poseo gran parte de su discografía y cada vez que escucho alguno de sus discos me doy cuenta de lo bueno que era. Probablemente a muchos de vosotros os ha llegado la vertiente más canalla del intérprete, sus fiestas en Las Vegas, su supuesta relación con la mafia, el Rat Pack. También supongo que os habrán llegado sus canciones más conocidas: Strangers in the night, New York, My Way, etc. Pero eso es sólo la punta del icebeg. A medida que se profundiza en su trabajo y se conoce su amplísima obra nos damos cuenta que estamos probablemente ante el mejor crooner que hasta el momento haya pisado la faz de la tierra. Si con estas lineas consigo que os aficionéis a la obra de Sinatra y podáis llegar a sus excelentes trabajos ya me sentiré satisfecho.





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